2° Encuentro construimos la justicia desde los pueblos. Antonio Vivar Díaz.
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Realizaremos el primer aniversario luctuoso del cobarde asesinato del compañero Antonio Vivar Díaz, el 7 de junio de 2015, a manos de la Policía Federal. La justicia no ha llegado, y por esa razón tenemos que irla construyendo desde los pueblos.
Para dar los primeros pasos en ese camino, los invitamos a participar en el Segundo Encuentro Construimos la Justicia desde los Pueblos Antonio Vivar Diaz. Que tendrá lugar en la ciudad de Tlapa de Comonfort Guerrero el día sábado 11 de junio de 2016. El homenaje es convocado por el Comité estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional subsede Tlapa, junto con el Colectivo Tiokó Kuñu’ún.
Para ese día se tiene contemplado una jornada de solidaridad y justicia por Antonio Vivar. Contará con la participación de los familiares del compañero Toño, estudiantes y personas que desde la solidaridad creemos que la justicia no vendrá desde arriba, sino que al contrario hay que empezar a construirla desde abajo.
Recordamos que el compañero Toño, como se le solía llamar, fue asesinado el día de las elecciones, el 7 de junio 2015. Esa fue una jornada violenta, en que el gobierno federal, estatal y municipal impusieron por la sangre y el fuego las elecciones en el estado de Guerrero. Desde octubre de 2014, el Ayuntamiento de Tlapa de Comonfort fue ocupado por el movimiento conformado por estudiantes, maestros, comerciantes, campesinos, que respondieron al llamado de los padres de Ayotzinapa. Quienes convocaron a tomar los ayuntamientos y no permitir las elecciones en el estado, y por ese medio hacer más apremiante la exigencia para esclarecer los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre en Iguala.
El 2 de junio del 2015, grupos de choque formados por colonos y choferes de taxi afines al PRI, efectuaron un desalojo violento del Ayuntamiento de Tlapa de Comonfort, situado en el zócalo de esa ciudad. Varias personas del movimiento fueron heridas, la mayoría pertenecientes al Movimiento Popular Guerrerense conformado principalmente por maestros.
Para el 7 de junio, la Policía Federal empezó a catear las oficinas de la CETEG, en busca de los maestros que supuestamente habían ocupado el Ayuntamiento de Tlapa. Al no encontrarlos allí, se dirigieron a buscarlos directamente en sus casas, en la colonia del Tepeyac. Durante estas incursiones, se registraron hechos violentos, lo que molestó a los vecinos de la colonia. Los policías no solo se llevaron a maestros, sino a mujeres y niños como si fueran delincuentes. A causa de ello, los habitantes de la colonia reaccionaron deteniendo a 35 policías federales, quienes fueron resguardados dentro de la capilla de la colonia.
A pesar de las negociones que se llevaban a cabo y que apuntaban hacia una resolución pacífica de la situación, se lanzó un operativo conformado por policías municipales, estatales, federales así como por el ejército mexicano, quienes utilizando la violencia pretendían liberar a los policías que estaban detenidos en la iglesia del Tepeyac. Aprovechándose del pánico generado por dicho operativo, la Policía Federal disparó al joven Antonio. Los tres tiros que le dieron en la espalda causaron su muerte. Aunque hubo testigos presenciales de los hechos, no se han fincado responsabilidades a los asesinos y hasta el día de hoy la justicia no ha llegado.
Toño, como lo conocíamos, era un joven ñuu savi (mixteco), originario de la Montaña de Guerrero, hijo de una familia humilde y de oficio panadero. Cursó la Licenciatura en Desarrollo Comunitario Integral, en la UPN de Tlapa, y quienes lo conocimos sabemos de su enorme compromiso por las causas justas y por los derechos de los pueblos. Por eso se involucró de lleno con la exigencia de justicia por los estudiantes de Ayotzinapa y sus familias. Hizo suya esa la lucha, tan es así que su vida le fue arrebatada por el estado criminal ese 7 de julio 2015.
A casi un año de su cobarde y vil asesinato, como lo decimos, la justicia no ha llegado y es probable que nunca llegue. Por esa razón, creemos que la tenemos que ir construyendo como pueblos. Y los invitamos a encaminar la justicia, a ayudarnos a construirla como pueblo, con sus palabras, con su música, con sus pinturas, con sus fotos, y ante todo con el apoyo mutuo y la autogestión. Organicémonos para fortalecer y defender nuestras comunidades. Luchemos por la dignidad, la vida, el territorio y la justicia desde abajo.
¡Porque esa justicia no vendrá desde arriba, hay que construirla desde abajo!
Comité Estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional y Estudiantes egresados de UPN – Colectivo Tiokó Kuñu’ún
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